Puntos clave
Como exestudiante de la especialidad en matemáticas, Sarah puede establecer su presupuesto prácticamente durmiendo. Y con una gran memoria, también es buena para saber cuándo vence cada factura. Desafortunadamente, también es una gastadora emocional, ahogando la frustración en las pedicuras o invitando a amigos a cenar simplemente por el hecho de se siente bien al hacerlo.
Su situación es la que enfrentan millones de estadounidenses: saben cómo presupuestar, pero por diversas razones, no lo cumplen. Además, el entorno financiero actual desempeña un papel fundamental para muchas personas.
De acuerdo con una investigación de Prudential realizada en 2017 en relación con el presupuesto, junto con otros temas, por ejemplo, acuerdos de empleo alternativos y el aumento de los costos de puntos significativos, como la vivienda y educación, la tecnología hace que sea más difícil ahorrar y apegarse a un plan monetario. Repensar tu enfoque sobre el uso de redes sociales, tarjetas de crédito y pagos móviles puede marcar una gran diferencia.
1. Medios sociales
Tal vez entraste a Facebook solo para publicar un autoretrato, pero ahora ves un anuncio de chocolate, te antojaste y lo vas a comprar en Amazon. Lo siguiente que sabes es que no solo tienes el chocolate en tu carrito, sino que también has agregado ropa, una olla eléctrica y palos de golf. Los anuncios dirigidos en los medios sociales, combinados con las nuevas tecnologías que facilitan la compra sin abandonar la plataforma social, tientan constantemente a los usuarios hacia este escenario. Esto se puede comprobar fácilmente con las opiniones los miléniales: la mitad afirma que los medios sociales tienen alguna influencia (43%) o mucha influencia (7%) en sus decisiones de compra. Las personas también pueden querer comprar más simplemente porque quieren mantenerse al día con el estándar que ven que otros retratan a través de sus publicaciones.
Qué puedes hacer al respecto:
2. Tarjetas de crédito
Ya tienes seis tarjetas de crédito en tu billetera. Sin embargo, cuando el cajero de tu tienda favorita dice que puedes ahorrar $50 en tu compra ahora mismo si te registras en otra, la alegría anticipada de la transacción te hace aceptar la oferta. Repetir esa secuencia fácilmente puede meterte en problemas si las nuevas tarjetas tienen tarifas de membresía, o si los descuentos de la tarjeta son engañosas y están destinados a que gastes más de lo que puede pagar. La investigación también muestra que las personas dejan mejores propinas en los restaurantes, olvidan las compras o compran cantidades, gastan más en artículos no necesarios y tienen mejor predisposición a pagar más por artículos cuando usan tarjetas, en lugar de efectivo.
Qué puedes hacer al respecto:
3. Pagos móviles
¿Fuiste a correr al parque sin billetera, pero aún quieres ese batido frío de un vendedor que encuentras camino a casa? No hay ningún problema. Un par de toques en tu aplicación de Venmo y tienes lo que quieres. Si bien Apple Pay, Google Wallet y servicios similares ofrecen este estilo de conveniencia, también se adaptan para fomentar el gasto estés donde estés; además, las empresas utilizan estas mismas aplicaciones para mejorar su experiencia, por lo que volverás. Asimismo, al igual que las tarjetas de crédito, hacen que el seguimiento de lo que has comprado sea mucho más difícil.
Qué medidas puedes tomar
Utiliza tecnologías de forma específica y predeterminada. Los medios sociales, las tarjetas de crédito y los pagos móviles son prácticos ya que te conectan con tus vendedores favoritos, pero también pueden descarrilar tu presupuesto al hacer que sea muy fácil de comprar en función de la emoción y el impulso.
Wanda Thibodeaux es escritora independiente y la única propietaria de Takingdictation.com. Su trabajo ha aparecido en publicaciones en línea e impresas, como The Finance Base, Legal Beagle, Bankaroo e Inc.com.
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